Los estudios relacionados describen que aproximadamente un 25 por ciento de la población infantil presenta respiración bucal y más del 50 por ciento se debe a malos hábitos. La respiración bucal es una disfunción respiratoria que se caracteriza por la respiración habitual a través de la boca. El síndrome de respiración bucal, ya sea por obstrucción o por hábito, provoca importantes alteraciones en quienes lo sufren, tanto estéticas, como funcionales. Una de ellas vincula directamente la respiración bucal con la maloclusión, como consecuencia de la postura adaptativa de las estructuras de la cabeza y el cuello que adaptan las personas que respiran por la boca y que afectan al desarrollo de maxilares y la mordida.
Para evitar estas consecuencias, es fundamental visitar la consulta de odontopediatría a partir del primer año de vida de los más pequeños de la casa.

Tipos de alteraciones que produce la respiración bucal

Las alteraciones producidas por la respiración bucal se diferencian en dos tipos.

La obstrucción funcional o anatómica de las fosas nasales es aquella que se origina por la presencia de un obstáculo anatómico que impide el flujo normal del aire a través de ellas. Esto ocurre, por ejemplo, en la presencia de adenoides hipertróficas, cornetes hipertróficos, tabique desviado, inflamación de la mucosa por infecciones o alergias. En cualquier caso, obstrucciones que producen resistencia a la inhalación de aire. Por lo que el paciente completa sus necesidades respiratorias de forma oral.

Otro motivo por el que se puede sufrir el síndrome de respiración bucal es por hábito. Esto se produce cuando el paciente respira por la boca como consecuencia de una obstrucción anatómica o funcional pasajera que ha establecido el hábito de respiración bucal como una costumbre.

Causas de la respiración bucal

Existen causas muy diversas que producen el síndrome de respiración bucal. Entre ellas:

La respiración bucal provoca una serie de características faciales y dentarias

Tras numerosos estudios e investigaciones, se han podido establecer una serie de características faciales y dentarias que se asocian directamente con la respiración bucal:

-Incompetencia Labial

-Perfil convexo

-Síndrome de la cara larga (cara estrecha, boca entreabierta, nariz pequeña , labio superior corto, labio inferior grueso y evertido,mejillas flácidas y apariencia de ojeras)

-Mordida cruzada posterior, uni o bilatreal acompañada de una moderada mordida abierta anterior

-Paladar alto u ojival

-Retrognatismo del maxilar inferior

-Labio superior corto e hipotónico

-Labio inferior hipertónico

-Maxilar superior estrecho

-Arcada superior con forma de triángulo.

-Protrusión del maxilar superior

-Incisivos inferiores lingualizados y apiñados

Tratamiento de ortodoncia para tratar la maloclusión por el síndrome de respiración bucal

Cuando el hábito de respirar por la boca perdura en el tiempo, se suelen producir alteraciones bucales, tanto en los dientes, como en las estructuras óseas. En estos casos, la mejor solución para corregir estas alteraciones y conseguir una correcta oclusión es la ortodoncia.

No obstante, si el hábito de respiración bucal se detecta a tiempo, tanto el ortodoncista como el especialista en odontopediatría realizarán una evaluación completa y podrán derivar a otros especialistas como el otorrinolaringólogo en el caso de encontrar algún tipo de obstrucción.

Lo primero que debe hacerse es eliminar cualquier tipo de obstrucción que pueda existir. Posteriormente, como tratamiento de apoyo, el ortodoncista puede colocar una placa vesticular o un Trainer para que el paciente respire por las fosas nasales.

Por esto es tan importante que tanto padres como equipo de salud se mantengan vigilantes a este tipo de respiración a edades tempranas. De esta forma podrá prevenirse a tiempo y realizar las labores correctoras y preventivas de las maloclusiones oportunas.

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