Pero, ¿por qué mi hijo tiene caries si no come nunca chucherías? Esta es una pregunta recurrente en los padres cuando tras una revisión en el dentista descubrimos que un niño tiene caries. ¿Qué le respondemos? Que tener caries es una enfermedad infecciosa multifactorial, que no sólo aparece por el consumo de dulces o chucherías.
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¿Qué son las caries?
Las caries son uno de los problemas de salud más frecuentes del mundo. Aunque las caries aparecen especialmente en niños, adolescentes y personas mayores, ninguna persona con dientes queda exenta del riesgo.
¿Por qué aparecen las caries?
Las caries son un problema de salud que va avanzando poco a poco. En su aparición pueden intervenir las siguientes causas:
–La formación de placa puede originar caries: La placa dental que va recubriendo los dientes propicia la aparición de caries. Esta placa se forma al comer dulces y almidones y no lavarse posteriormente los dientes de forma adecuada. Las bacterias que tenemos en la boca se alimentan de estos azúcares, convirtiéndose en placa y posteriormente en sarro. Como consecuencia final el sarro dificulta la eliminación de la placa y crea una protección para las bacterias.
–La placa daña el esmalte y la dentina. Los ácidos que contienen estas placas dentales van eliminando los minerales que componen el esmalte externo y duro de los dientes. Esta erosión continua va provocando aberturas u orificios en el esmalte, la primera etapa de la caries. Cuando el esmalte se desgasta, las bacterias tienen más facilidades para llegar a la siguiente capa del diente (dentina). La dentina es más blanda que el esmalte, y se comunica mediante pequeños tubos directamente con el nervio del diente. Esto hace que se sienta sensibilidad cuando la caries se está formando.
–Las caries pueden dañar la raíz del diente. Si la caries no se localiza a tiempo, las bacterias y el ácido van avanzando en la destrucción del diente hasta llegar a la pulpa. Con las caries, la pulpa se inflama e irrita. Al no tener espacio para que la inflamación se expanda dentro del diente, el nervio se oprime y aparece el dolor. Esta molestia puede llegar incluso a la raíz del diente hacia el hueso.
Factores de riesgo, ¿qué causa las caries?
Las caries se producen por una combinación de factores variados entre los que se encuentran las bacterias de la boca, la ingesta frecuente de comidas y bebidas azucaradas y la limpieza dental inadecuada o escasa.
Además, existen algunos factores de riesgo que deben vigilarse con especial atención para prevenir y tratar las caries a tiempo.
Por ejemplo, la falta de flúor, la sequedad en la boca, los empastes desgastados, los aparatos dentales, algunos trastornos de la alimentación o el ardor de estómago. Cuando se padece alguno de estos, es aún más importante visitar al dentista con regularidad y llevar una correcta limpieza bucodental.
Hay que tener en cuenta que hoy en la día la mayoría de alimentos contienen azúcar. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda un consumo diario de 25 gramos de azúcar. Mientras que el consumo real de azúcar que se les está dando a los niños es de unos 115 gramos al día.
Por tanto, aunque un niño no consuma chucherías de forma habitual, lo más seguro es que sí que tome alimentos ricos en azúcares como zumos, batidos, alimentos procesados, yogures…
¿Cómo pueden prevenirse las caries?
Nuestra principal recomendación para prevenir las caries es llevar a cabo una correcta higiene bucodental y visitar el dentista al menos una vez al año.
¿Cuáles son los síntomas de las caries?
Para prevenir que las caries produzcan problemas más graves para la salud, es importante estar atento a los siguientes síntomas de las caries:
- Dolor de muelas que se produce sin causa aparente
- Sensibilidad en los dientes
- Dolor leve o agudo al beber o comer algo dulce, caliente o frío
- Agujeros u hoyos visibles en los dientes
- Manchado marrón, negro o blanco en cualquier superficie de un diente
- Dolor al morder
¿Qué pasa si no se tratan las caries?
Si las caries no se tratan a tiempo, éstas pueden extenderse y afectar a las capas más profundas de los dientes. Lo que a su vez provocaría dolor de muelas intenso, infecciones, e incluso la pérdida de dientes.