Probablemente no sea nada nuevo para ti si te decimos que los pies sufren más en verano. A las altas temperaturas del suelo y el aire se suma la sudoración, el tipo de calzado que se utiliza y el uso de espacios acuáticos públicos como piscinas y playas. Todos estos factores fomentan que en esta época del año sea habitual que esta zona de nuestro cuerpo nos sorprenda con alguna que otra molestia, herida o cualquier otro de los problemas de los pies más frecuentes en verano. ¿Has notado que tienes los pies secos, durezas, grietas u hongos? A continuación te hablamos de qué provocan estos problemas de los pies y de cuáles son los tratamientos más adecuados para cada afección.
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Los pies secos, entre los problemas más frecuentes de los pies en verano
El calor, y el uso de calzado con el que exponemos más los pies a la sequedad del ambiente y a los rayos del sol, fomentan el problema de pies secos. Como consecuencia, la piel se agrieta en zonas como los talones y los dedos, apareciendo molestias, dolor y problemas estéticos que pueden impedirnos disfrutar del verano como esta estación del año se merece. Además, unos pies secos son más propensos a padecer otros problemas como las infecciones.
Si tienes los pies secos, la solución está en el uso de cremas específicas para pies que aporten a la zona la hidratación que le falta. Lo ideal es aplicar estas cremas todos los días antes de acostarse, haciendo mayor hincapié en las zonas más secas.
Por otro lado, hay que tener en cuenta los factores internos que pueden hacer que tengamos la piel de los pies seca. Para que los mecanismos de hidratación del cuerpo sean los adecuados, el aporte de líquidos debe ser mayor en verano.
Cuando como consecuencia de tener la piel de los pies seca aparecen grietas, es importante valorar la magnitud de éstas. Ya que mientras las grietas de los pies más superficiales pueden tratarse con el uso de cremas y aceites, en el caso de las grietas profundas y abiertas, se aconseja acudir al podólogo para que las valore y prevenga posibles complicaciones. Otro motivo por el que acudir al podólogo es para identificar la verdadera causa de tener los pies agrietados. Ya que este problema puede enmascarar otras enfermedades y condiciones. Además, a veces se confunde la piel seca con durezas y callos en los dedos de los pies, que no se curan con el uso de cremas.
Verrugas plantares y hongos, otras afecciones de los pies que aumentan en esta época del año
Tanto las infecciones por hongos, como las verrugas plantares son más comunes en verano. Estos problemas de los pies aparecen, entre otras cosas, al pasar más tiempo en lugares públicos con agua estancada. Que junto a la humedad y al aumento de temperaturas se convierten en el caldo de cultivo perfecto para diversos microorganismos.
Para prevenir estos problemas en los pies es importante no caminar descalzo por zonas húmedas. Usar chanclas en estos casos impiden los contagios. Aunque el uso de este tipo de calzado debe limitarse a estos casos. Ya que usar chanclas como calzado habitual se asocia a otros muchos problemas de los pies.
Por otra parte, es igualmente importante no compartir zapatos, calcetines ni toallas. Así como mantener una buena higiene de chanclas, toallas, manguitos y nuestros propios pies. Pues el aseo de los pies nos ayudará a eliminar los posibles microorganismos que producen estas infecciones antes de que germinen en pies y uñas.
Después de haber estado en remojo, los pies deben secarse en profundidad, insistiendo entre los dedos. Para aumentar la humedad de la zona plantar durante el día, la hidratación de los pies debe hacerse siempre que sea posible por la noche.