En el artículo de hoy te contamos qué son las plantillas ortopédicas para niños y qué usos tienen.
Después de leer nuestro post de 4 señales por las que llevar a los niños al podólogo quizá ya sepas que algo no va como debería, o que simplemente es importante llevar a los niños al menos una vez al año a la consulta del podólogo. En este caso vamos a explicarte en qué casos es importante que un podólogo prescriba plantillas ortopédicas para niños.
Recuerda que una plantilla no está exclusivamente reservada a casos graves o muy evidentes, en muchos casos las plantillas ortopédicas para niños se mandan para mejorar sus pasos y ayudarles a andar mejor o evitar posibles problemas asociados a un mal apoyo del píe al caminar.
¿Qué son las plantillas ortopédicas?
Las plantillas ortopédicas para niños son recetadas por el podólogo o por el traumatólogo tras una visita al podólogo. A veces esta visita se hace después de ver que el pequeño no anda bien o que se cae con mucha frecuencia.
Existen diferentes plantillas en función de las necesidades de cada niño. Será el podólogo el que establezca cómo debe ser la plantilla personalizada para cada niño.
Por ejemplo, las plantillas para niños con pies cavos son más blandas que las que se utilizan para corregir pies planos.
Estas plantillas son fáciles de adaptar dentro del calzado de los niños, pueden cambiarse de un calzado a otro para que siempre les acompañen, tanto para ir al cole, como para hacer ejercicio. Las plantillas ortopédicas para niños les aportan seguridad y estabilidad. Se fabrican con materiales transpirables y son lavables.
Las plantillas infantiles pueden durar hasta dos años, pero en el caso de que el niño o niña incremente su talla en dos, será necesario hacer unas nuevas plantillas a medida.
Otras cosas a tener en cuenta
Si tu hijo o hija necesita unas plantillas prescritas por el podólogo, recuerda acudir a una revisión cada seis meses para valorar el progreso del tratamiento.
Para que las plantillas sean aún más eficaces, es importante que el niño/a ande cada día, al menos 15 minutos. Ya que aunque las plantillas le ayudan a mejorar su marcha, es andando cuando los pequeños fortalecen la musculatura de las piernas, esos mismos músculos que sostienen todo su esqueleto.
Casos en los que usar plantillas ortopédicas
Como decíamos, existen distintos tipos de plantillas ortopédicas para niños. Estos son los distintos casos que podemos encontrar, en los que es necesario usar plantilla. Tienes más información sobre este tema en este otro artículo sobre ‘tipos de pies, ¿Cuál es el tuyo?’.
- Pies planos. Los huesos están dispuestos de tal manera que la planta es plana, sin la curva característica del pie. Estos pies tienen la misma forma sin carga, que cuando se apoyan sobre el suelo. Para el tratamiento de pies planos, además de la plantilla ortopédica, puede ser necesaria la cirugía. Aunque el 98% de los casos que se tratan con plantillas tienen muy buena evolución.
- Pies Valgos. El pie valgo es una patología congénita en la que los talones del niño están hacia afuera y las puntas de los pies hacia adentro. Si se producen caídas frecuentes es importante tratar con plantilla.
- Pies cavos. A diferencia de los pies planos, este tipo de pie tiene un puente excesivo. Esto hace que se produzca una sobrecarga en la parte anterior y posterior de los pies. Con las plantillas se puede redistribuir las cargas y prevenir otros problemas como los dedos en garra.
Conclusión
Como podólogos en Guadix, en Clínica Parra Vázquez apostamos por la prevención. Llama al y pide tu cita con nuestro podólogo.
Contamos con la última tecnología para estudiar la pisada y valorar la necesidad de usar una plantilla ortopédica infantil.