Muchas veces hablamos de la relación de la salud bucodental con la salud general, y del efecto que puede tener una enfermedad o patología producida en la boca en el resto del organismo. En este caso nos vamos al caso contrario, concretamente a la relación entre la maloclusión y la pisada de los niños. Y es que se ha comprobado que las alteraciones podológicas pueden causar problemas de postura. Y como consecuencia, alteraciones posturales del cuello y maloclusiones dentales.

En Clínica Parra Vázquez, conocemos esta relación, por lo que además de servicios de odontopediatria, ofrecemos un servicio de podología en Granada, concretamente en nuestra clínica en Guadix. En el que los niños (y adultos) pueden hacerse un estudio de la pisada para valorar posibles problemas posturales.

Una alteración posicional implica el desajuste de todo el conjunto

Los humanos nos mantenemos en pie gracias al equilibrio que se consigue entre los diferentes planos quinesiológicos, cuando estos se encuentran perfectamente alineados. Ya que son los encargados de mantener la verticalidad: visual-dental-escapular-pelviano-rotuliano-maleolar.

Por este motivo diversas disciplinas científicas estudian la postura. Ya que está comprobado que una alteración posicional en cualquiera de estos planos, implica un desajuste de todo el conjunto. Lo que a su vez explica la relación que existe entre la maloclusión y la pisada en los niños.

La postura que provoca una mala pisada podría causar un desbalance postural, o podría desencadenar una respuesta adaptativa a alteraciones patológicas en otras partes del cuerpo, especialmente los sistemas estomatológicos y oculo-motor.

Según las conclusiones de diversos estudios, las disfunciones del cuello y escápula, pueden causar alteraciones en la postura corporal. Lo que podría llegar a causar desequilibrios en las cadenas musculares.

El cuerpo humano se encuentra interconectado a través de estas cadenas. Por tanto, cualquier desequilibrio a un nivel, puede originar distintas alteraciones a lo largo de ellas. Por lo que una alteración a nivel de los miembros inferiores puede venir desencadenada por un problema en el cuello, o viceversa.

Otros estudios sobre la relación entre la maloclusión y la postura del cuello, manifiestan que los individuos con maloclusión severa por obstrucción de vías aéreas presentan una inclinación o una postura adelantada del cuello.

Por otro lado, los individuos con mordida cruzada presentaban asimetría a nivel escapular, y una inclinación de la cabeza hacia el lado contrario de la mordida cruzada. Por este motivo se concluye que la mordida cruzada posterior unilateral va asociada a una inclinación de la cabeza hacia el lado opuesto de la mordida estudiada.

¿A qué se deben las maloclusiones infantiles?

Las maloclusiones que sufren los niños pueden estar causadas por factores externos a la boca, como son las lesiones en la columna o las alteraciones en piernas y pies.

En este sentido, se han realizado estudios que ponen de manifiesto que los niños con maloclusiones clase II (mandibula retruida) presentan un mayor apoyo en la parte media de la bóveda plantar. En cambio, en las maloclusiones clase I y clase III (mandibula protruida) no se ha observado ninguna correlación aparente.

Así que en función de los estudios realizados hasta el momento, puede concluirse que no siempre las maloclusiones vienen acompañadas de problemas posturales. Por lo que una huella plantar anormal o postura incorrecta no tiene que implicar una maloclusión.

No obstante, esto no quita que cuando una de éstas se presenta y persiste en el tiempo, el portador puede desarrollar deformaciones faciales y problemas de ATM (articulación temporomandibular), que puede desencadenar en lesiones más complicadas que terminan en toda una cadena de síntomas dolorosos.

Se han asociado diversas alteraciones posturales en niños con maloclusiones dentales (alteraciones en la estética dentofacial, en la masticación, respiración, habla y el equilibrio físico). Por otro lado, se ha comprobado que las alteraciones posturales se pueden compensar de forma más sencilla en los pacientes que no presentan problemas oclusales.

Pero no sólo encontramos relación entre la maloclusión y la pisada en los niños. También los trastornos masticatorios pueden provocar asimetrías posturales y condiciones de dolor. Éstas pueden afectar a la musculatura de la cabeza y el cuello, los hombros, la parte inferior de la espalda y las piernas.

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