Los implantes dentales son una de las mejores opciones para reemplazar los dientes perdidos, ¿te preguntas por qué?
Con los implantes, en lugar de utilizar prótesis removibles o utilizar otras piezas dentales para hacer de soporte de un puente dental, el cirujano oral y maxilofacial coloca quirúrgicamente en los huesos maxilares unas raíces artificiales que servirán para colocar las nuevas prótesis dentales. De esta forma, los pacientes pueden disfrutar de una dentadura estéticamente muy natural y que cumple con todas las funciones masticatorias que tienen los dientes naturales.
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Principales ventajas de los implantes dentales
Son la opción más efectiva para reemplazar un diente perdido
La razón por la que cada día más pacientes apuestan por los implantes dentales es sencillamente por su gran tasa de éxito, y es que los implantes funcionan, y muy bien.
Los implantes dentales están diseñados para que se integren a la perfección con la estructura de la mandíbula y del resto de dientes de forma natural y efectiva a través del proceso de osteointegración.
Son permanentes y muy duraderos
Una de las ventajas más llamativas de los implantes es que son una solución fija y duradera al gran problema que supone la pérdida de un diente o de toda la dentadura. Esto conlleva que no requieran un cuidado diferente al de los dientes naturales ni que la rutina diaria tenga que cambiar, ya que no requieren ser retirados en ningún momento, como por el contrario puede ocurrir con las dentaduras postizas. Si se tiene una buena higiene bucodental y se realizan las visitas periódicas al dentista, los implantes son una solución de por vida.
Gran naturalidad
La forma en la que se colocan las prótesis dentales gracias a los implantes, permiten a los pacientes lucir una dentadura de aspecto totalmente natural. Además, las coronas que se colocan en estos tornillos se ajustan a la perfección al tono del diente del paciente, por lo que si se acude a un buen profesional, no existirá ninguna diferencia estética respecto al resto de piezas dentales.
Pero no sólo son naturales por su aspecto, también en su uso, los pacientes pueden llevar una vida totalmente normal, morder, reír y hablar con total naturalidad como cuando los dientes son naturales.
Es una operación segura
Los implantes dentales se colocan con cirugía menor, que ofrece un buen postoperatorio. De hecho, la gran mayoría de pacientes pueden seguir con su vida normal y con su trabajo al día siguiente.
No obstante, al contar con los servicios de sedación y anestesia, los pacientes pueden estar tranquilos y no tener miedo, ya que no sentirán dolor alguno durante la operación.
No dañan al resto de dientes
Otra gran ventaja de los implantes es que el resto de piezas dentales sanas que tenga el paciente (si las tiene) permanecen intactas, algo que no ocurre con los puentes, con los que las piezas naturales se tallan para encajar los nuevos dientes.
Pero además de no dañar al resto de dientes, al sustituir un diente perdido o dañado se evita que se muevan el resto de piezas que hay en la boca.
Es una opción efectiva y rentable
Aunque los implantes no sean la opción más económica para sustituir un diente perdido, sí que resultan la alternativa más rentable por su capacidad de durar muchos años intactos. Si tenemos en cuenta que un implante puede ser una solución de por vida, el desembolso inicial superior se ve compensado con creces con durabilidad, comodidad y naturalidad.