En Clínica Parra Vázquez, como expertos en podologia infantil en Granada, recibimos muchas visitas de padres preocupados por el estado de salud de los pies de sus hijos. Normalmente nos encontramos con consultas relacionadas con problemas en la pisada, o en las uñas. Pero a veces acuden a consulta por el dolor de talón en niños, sin tener muy claro a qué se sebe o qué ha originado dicho problema. Según la edad del niño, y después de analizar cada caso de panera personalizada, el diagnóstico puede ser que el menor sufre la enfermedad de Sever o síndrome de Sever, ¿la conoces?
¿Qué es la enfermedad de Sever y por qué duele el talón?
A partir de los siete años y antes de los 15, aproximadamente, el cartílago del hueso calcáneo del pie se encuentra también en continuo crecimiento, más activo de lo que nunca volverá a estar.
En este hueso van insertados el tendón de Aquiles y la fascia plantar, que coinciden entre sí en la zona superior e inferior del cartílago de crecimiento; sometiendo al cartílago en crecimiento a una importante tensión. Esto causa que algunos niños puedan sentir un dolor intenso y seco en la zona del talón.
Además de dolor en uno o ambos talones, pueden sufrirse los siguientes síntomas:
- Inflamación y enrojecimiento en el talón
- Rigidez en el pie al levantarse
- Inflamación y enrojecimiento de la zona
- Dolor al presionar el talón por ambos lados
- Empeoramiento de los síntomas durante la actividad
¿A quién le afecta la enfermedad la enfermedad de Sever?
El síndrome de Sever se produce especialmente en niños en etapas de desarrollo:
- Niños de entre 9 y 14 años
- Jóvenes que practican actividades y ejercicios que requieren saltar o correr con frecuencia sobre superficies duras.
¿Cómo diagnosticar la enfermedad de Sever?
Al aparecer este dolor de talón en niños de estas edades, los padres a veces pueden confundir estos síntomas con los de una caída o un golpe. Esto tiene el inconveniente de que puede retrasar el diagnóstico y empezar más tarde con el tratamiento adecuado.
Para hacer un buen diagnóstico sobre el síndrome de Sever, el podólogo realizará un cuestionario al niño sobre las actividades físicas que realiza y el tipo de deporte que hace. Después pasará a inspeccionar el pie y más concretamente el talón. A veces pueden mandar hacer una radiografía, aunque simplemente para descartar o verificar otros problemas que podrían ocasionar este dolor.
Podría interesarte:
¿Cómo tratar la enfermedad de Sever?
Una vez diagnosticado el síndrome de Sever, el niño deberá reducir o abandonar las actividades que causen dolor. Aunque podrán seguir practicando otros deportes, como aquellos en los que no tengan que soportar su propio peso ni dar saltos.
Los profesionales pueden recetarle algún medicamento para el dolor, como el ibuprofeno o paracetamol.
También puede ser necesario usar soportes de gel para el talón o plantillas para reducir el esfuerzo del pie, así como vendas elásticas o medias de comprensión. Es conveniente hacer ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de los músculos y tendones del pie y la pierna.
En los casos más persistentes y con síntomas más graves, puede colocarse una escayola en la pierna durante una semana.
Conclusión
Como siempre recordamos, es fundamental estar atento a las señales por las que llevar a los niños al podólogo. Ya que diagnosticar un problema a tiempo nos permitirá tratarlo antes y evitar así que el problema vaya a más o que dé lugar a otros problemas asociados, más difíciles de tratar.