La medicina estética facial trata de prevenir el envejecimiento de la piel, así como mejorar otros aspectos como la textura de ésta y la calidad. Entre los muchos tratamientos que podemos encontrar dentro de la medicina estética, hoy nos centramos en el peeling por ser especialmente útil en esta época del año.

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¿Qué es el peeling facial?

Después de un verano expuestos a la luz solar, la piel suele estar más morena, pero también más falta de hidratación, e incluso con nuevas manchas y rojeces. Para contrarrestar esto, la medicina estética facial apuesta por el peeling, un tratamiento que exfolia las capas más superficiales de la piel para que sean sustituidas por otras de mejor calidad y textura.

Gracias a la renovación celular que consigue el peeling facial es posible tratar y eliminar imperfecciones no deseadas y lograr un tono más uniforme.

¿Cuándo está indicado hacerse un peeling facial?

El peeling facial está especialmente recomendado en los siguientes casos:

Personas con acné y cicatrices. El peeling puede conseguir que la piel luzca más tersa y suave. Ya que minimiza y desbloquea los poros mientras que reduce la apariencia de cicatrices y manchas.

Personas con manchas faciales y rojeces. De igual modo, el peeling consigue que la piel esté más luminosa y se unifique al tono cutáneo. Por este motivo, está especialmente indicada para rostros con manchas y rojeces.

Rostros con líneas de expresión muy marcadas y arrugas. El peeling es también un tratamiento muy eficaz para lucir una piel más lisa. Con este procedimiento, es posible disminuir las arrugas y la líneas de expresión. Lo que se consigue gracias al rejuvenecimiento de la piel y a la renovación celular.

¿Qué tipo de peeling es mejor?

Elegir entre un tipo de peeling y otro dependerá de nuestras necesidades y de los productos y procedimientos elegidos en cada uno de los tipos. A continuación enumeramos los distintos tipos de peeling y las diferencias entre sí.

Tipos de peeling según su profundidad

La primera clasificación de peeling se elabora en función de la profundidad que éste consigue. En este sentido encontramos los siguientes:

Peeling natural: Es el que se hace en casa con productos naturales como el yogur o el azúcar. En este caso se limpia la piel más superficial.

Peeling superficial: Éste es el que se utiliza para eliminar pequeñas arrugas, marcas de acné o líneas de expresión. En este caso el peeling actúa sobre la capa córnea, y aunque puede dejar la piel algo enrojecida al principio, este efecto desaparece en pocas horas.

Peeling medio: En este caso, se utiliza para eliminar arrugas, marcas y manchas solares. Muy útil para eliminar las arrugas de los labios y las líneas de expresión de los ojos. Tras la sesión, la piel puede mostrarse enrojecida y con descamaciones más intensas.

Peeling profundo: Este es el más eficaz para eliminar todo tipo de arrugas, cicatrices y manchas de la edad o solares. Al igual que en el caso anterior, la piel puede enrojecerse durante varios días y provocar descamaciones intensas.

Conforme más profundo sea el tratamiento, más tiempo deberá pasar entre una sesión y otra.

Tipos de peeling según la técnica aplicada

Peeling químico: En este caso se utilizan productos químicos abrasivos para que la piel más estropeada caiga y se regenere una nueva sin marcas ni lesiones. Para esta técnica se utilizan algunos productos como ácidos retinoico, fenol o tricloroacético.

Peeling mecánico: Para este tratamiento se utiliza un aparato mecánico que trata la capa córnea y la dermis. Está recomendado en los casos en los que se quiera recuperar la luminosidad y la frescura.

Peeling con láser: Los peeling que utilizan láser se basan en equipos de ultrasonidos que facilitan la eliminación de impurezas en la piel y estimulan la producción de colágeno.

Antes de hacerse un peeling, conviene consultar con un dermatólogo. Estos tratamientos no están indicados para mujeres embarazadas o que estén dando el pecho. Ni tampoco son adecuados para niños, adolescentes, o personas de piel muy morena.

En cuanto a la mejor época para realizarse este tratamiento, es sin duda el otoño o el verano, ya que la exposición al sol es menor.

Tras este tratamiento facial, es importante seguir las recomendaciones que dé el especialista. Aunque los cuidados suelen ser mantener la piel hidratada utilizando una crema reparadora, cicatrizante y calmante.

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